En las postrimerías del siglo XIX, en un Porriño campesino y rural, abría un pequeño establecimiento de reparación y venta de relojes nuestro abuelo, Don Serafín Lorenzo Araújo.

Estaba situado en el número 64 de la entonces calle Real, hoy Ramón González, y, desde su fundación en el año 1895, tuvo como premisa la honradez comercial, la atención al cliente y la preocupación de ofertar siempre artículos de calidad y de reconocido prestigio en el mercado. lo que le permitió hacerse en poco tiempo con una clientela estable y fiel, que animó a su fundador a ir ampliando su campo de acción, creando una sucursal en Salceda, e incorporando a su actividad la comercialización de máquinas de escribir y las de coser, marca Singer, entonces como ahora de gran renombre mundial.
Esta norma y meta, marcada desde el principio, hizo que en 1930 le fuese encomendada a nuestro abuelo la instalación en la torre de la iglesia parroquial, de un reloj de repetición, así como el cuidado y mantenimiento del mismo, responsabilidad esta última que ostentó hasta muy avanzada edad.
Al llegar a la edad laboral, algunos de sus hijos – Teresa y Benjamín Lorenzo – fueron incorporándose al negocio familiar, manteniendo la misma línea de actuación, adaptándose en todo momento a las necesidades del mercado. Ya mayor, el abuelo dejó la dirección a sus hijos. Y éstos a su vez dieron paso a la tercera generación integrada por Pablo (+) y Carlos Lorenzo González.

Al recibir el testigo de manos de la familia, supimos desde el principio que teníamos que dedicarle al Establecimiento la misma atención y mimo que nuestros antecesores habían puesto en el. Era, y es, como una gema, una piedra preciosa a la que cada uno de nosotros vamos tallando, puliendo, mimando, con cariño y esfuerzo, sin prisa, pero sin pausa.
Fue ese cariño heredado el que nos hizo acometer en año 1983 la remodelación total de las instalaciones, poniendo a disposición de nuestra distinguida clientela un local amplio y cómodo, acorde con los gustos actuales en el que los objetos expuestos al público pudiesen se admirados en su belleza y calidad. Dimos con ello, también nuestro tallado a la gema.
Y hoy, cuando cumplimos los 118 años, la dirección de JOYERIA LORENZO, la integran Carlos Lorenzo González, de la tercera generación, y Montse y Pablo Lorenzo Bastos de la cuarta.
Nuestro profundo agradecimiento a cuantos, clientes y amigos, han hecho posible que, juntos, lleguemos hasta nuestros días.